Una rosa difractada en un aroma de poder fenomenal.
Una explosión olfativa con una intensa carga emocional.
Una euforia de energía pura, que llega al clímax en la intoxicación.
Una fragancia extraordinaria en el verdadero sentido de la palabra.
Desde el primer momento, la rosa se precipita a la cabeza y aporta color a las mejillas.
Tan explosiva como esquiva, se expresa con fuerza y abraza por completo sus ambigüedades.
Brillante, con sus sombras.
Femenino y masculino.
Suave, pero despiadado.
Notas: Bergamota italiana, rosa búlgara, rosa turca, jazmín egipcio, vainilla de Madagascar... Todo natural